Mandame una postal o el querubin dispara

jueves, julio 27, 2006

Caballos al amanecer

Hoy tocaba entrenar: esta mañana, Luke y yo nos hemos levantado a las 6:00 y hemos ido en coche hasta una playa cercana. Hemos estado corriendo durante media hora aproximadamente. Es agradable correr en esa playa: sólo arena blanca, con una franja firme y llana que permite hacer sin problemas largas distancias. A esa hora todavía es de noche y apenas se ven algunas luces de casas apartadas, detrás de los árboles que hay en primera línea. Lo demás son dunas, olas y silencio. Durante la carrera solo nos cruzamos con una persona que paseaba a un perro con un collar luminoso (para no perderlo de vista). Entre las 4:00 y las 8:00 de la mañana está permitido montar a caballo por la playa y algunos aprovechan para entrenar a sus animales durante esas horas.

Estábamos cerca de las dunas estirando después de correr, todavía era de noche aunque el horizonte empezaba ya a clarear con una luz rojiza, y de repente pasa a galope tendido un grupo de cuatro caballos oscuros por la orilla del mar, sin jinetes ni sillas de montar ni nada. Poesía.

Eso no lo iguala ninguna foto.