Mandame una postal o el querubin dispara

domingo, julio 02, 2006

Adictos al trabajo

En el post anterior comenté la cantidad de horas que pasan aquí mis paisanos en el laboratorio. Hoy lo he confirmado: como no tenía nada que hacer y se esperaban lluvias, decidí darme una vuelta por el laboratorio esta tarde de domingo, para adelantar un poquillo. Y resulta que me encuentro a tres de mis compañeros aquí currando también. Y lo curioso es que a uno de ellos había venido a visitarle su novia durante una semana (ella vive en Sydney), y a pesar de eso el tío se había venido al laboratorio mientras ella iba a ver una ópera porque según decía “esas cosas no son para mi”. Genio y figura. Por eso el otro día, mientras tomábamos unas cervezas, un compañero me decía “mate, you’re surrounded by nerds”.

Hace tiempo que ha anochecido, fuera hace frío y chispea; ya son las 21:15, el tren de las nueve ya pasó y yo me tomo un café que me acabo de preparar en la cocina del departamento mientras espero al de las diez.

Estoy descubriendo, horrorizado, que aquí -en el curro- no se está tan mal.