Pequeña boy-scout
Había incluso un puesto donde venden bushfood: eso incluye muchos vegetales y frutas silvestres que sólo crecen en el outback y también algunos animales que se cazan o se crían en granjas por esas zonas, como por ejemplo: canguro, wallaby (especie de mini-canguro), camello, emú, cocodrilo, possum (un marsupial arborícola).
Un kilo de cola de cocodrilo sale por 28€ (el cuello y el lomo son más baratos).
Un possum entero cuesta 10€.
Un kilo de carne de camello unos 18€.
La pierna de wallaby está a 2,5€ la unidad.
Estuve hablando con el dueño, un australiano simpático y barbudo con pinta de tio duro, como si cazara los cocodrilos con sus propias manos...
Pero lo que más me llamó la atención fue una niña que estaba en una de las entradas principales del Mercado, tocando la flauta travesera en plan bohemio, con su atril y su partitura y todo. Le calculé unos once ó doce años de edad a la chavalilla, tan flaca y espigada que parecía que la hubieran sacado de un cuento navideño de Charles Dickens. Para protegerse del frío (porque aquí estamos en invierno…) llevaba un gorrito de lana de estilo peruano, de los que tapan las orejas. Y en el suelo, un bombín para recoger las propinas, como los que se pone Joaquín Sabina en los conciertos. Y al lado un cartelito que decía “need money to go to the Jamboree
Y ojalá consiga toda la pasta que necesita y se lo pase genial en el campamento. Con un par.